Todos somos poesía
La palabra poesía proviene del griego poiesis -creación-. Es ésta nuestra principal actividad como seres humanos. Queramos o no, estamos en todo momento creando. Al abrir los ojos -los oídos, la piel- la caótica realidad de meros átomos e impulsos en movimiento se ordena y entonces surgen las formas, los colores, el sabor del café, el vértigo antes de dar un paso. Los atómos toman forma y nos explican algo -la realidad-, del mismo modo que el billón de palabras se ordena sobre la hoja en blanco cuando escribimos un poema.
Nunca vemos simplemente una puesta de sol o los platos en el fregadero o las manos de la cajera en el supermercado, siempre estamos viendo algo más allá, una historia, un recuerdo, una sacudida, una explicación. Queramos o no, estamos todo el rato creando -imposible existir si no fuera así-. La realidad objetiva no podemos siquiera tocarla y sí, universos infinitos y maravillosos en los que nuestra imaginación, nuestra memoria, nuestra historia y los ecos profundos de nuestra psique dibujan lienzos sobre los que imprimimos nuestra existencia -otra gran y misteriosa creación, nuestro nombre-
¿Qué es la mirada poética?
La Mirada Poética es un laboratorio en el que investigamos todo esto. Jugando, bailando, meditando, escribiendo, cediendo nuestras células a las musas nos volvemos locos y creamos sin darle mayor importancia al resultado, por el puro placer de crear -por el puro placer de vivir-. Al final, descubrimos que tenemos un gran poder. Que cambiando nuestra mirada podemos hacer de todo este misterio y toda esta gran creación -la vida- un gran poema en el que, de pronto, tenemos la capacidad de ser nosotros los que escribamos el siguiente verso, así como queremos, lleno de belleza y amor.
El camino del poeta es el camino del mago.